Los coches eléctricos han venido para quedarse, pero todavía hay mucho escepticismo al respecto. Por este motivo, nunca está de más tratar de hacer un poco de pedagogía para desterrar dudas. ¿Qué nos aporta un coche eléctrico? ¿Qué diferencias sustanciales poseen frente a los vehículos convencionales?

 

Cero emisiones.

Los vehículos eléctricos no producen emisión alguna cuando circulan. Por este motivo la sustitución de los vehículos convencionales por eléctricos en nuestras ciudades ayudaría a mejorar la calidad del aire en los grandes núcleos poblacionales.

Obviamente, dependiendo de la fuente de generación de la energía eléctrica que consumamos para recargar su batería desde nuestro Wallbox o punto de recarga, sí estaremos provocando emisiones en términos netos. Por eso es importante que el auge del coche eléctrico vaya de la mano de una transición hacia las renovables.

Sea como fuere, lo que resulta indiscutible es que un coche eléctrico es más eficiente. El rendimiento de un motor térmico ronda el 20-25% (el resto se “derrocha” en pérdidas de diversa índole, como el calor) mientras que en uno eléctrico esta cifra sobrepasa a menudo el 75%.

 

Fiabilidad y mantenimiento.  

Este asunto resulta un tanto difícil de comprender para el público general. Aún hay muchos fantasmas merodeando una tecnología que, pensémoslo, realmente lleva muchísimos años con nosotros. Es importante destacar que un motor eléctrico es mucho más sencillo, en términos mecánicos, que un motor de combustión. Poseen menos elementos en movimiento y menos piezas expuestas a un desgaste prolongado. Por esa razón los motores eléctricos son en general más fiables.

Pero además los coches eléctricos también prescinden de algunos elementos haciendo que su fiabilidad en términos generalizados sea mayor, como el cambio de marchas tradicional con embrague (cuyo hipotético fallo supone, por cierto, una reparación bastante costosa).

Con el mantenimiento sucede lo mismo. El mantenimiento de un vehículo eléctrico también resulta más asequible para nuestros bolsillos.

 

Economía

Es cierto que los coches eléctricos no están al alcance de todo el mundo, ni mucho menos. Pero si hacemos cuentas y estudiamos el desembolso que realizaremos a lo largo de la vida útil del vehículo comparado con otro convencional, es muy probable que nos llevemos una sorpresa.

Partiendo de la base de que un coche eléctrico no consume combustible alguno, cuando comenzamos a circular con él comenzamos también a ahorrar (y a recuperar ese desembolso mayor respecto a un coche convencional). Si lo cargamos en nuestro garaje, el gasto puede rondar el euro por cada cien kilómetros.

Además, existen toda una serie de ventajas fiscales y disfrutan de facilidades en muchas grandes ciudades a la hora por ejemplo de aparcar en zonas de estacionamiento regulado. Aspectos que una vez más repercuten a la hora de amortizar la inversión en un vehículo eléctrico.

Comodidad

Un eléctrico se conduce de forma apacible y relajada, aunque eso no quiere decir que muchos modelos no ostenten cualidades deportivas (de hecho, por su peculiar forma de entregar la potencia desde el momento exacto en el que pisamos el acelerador, un deportivo eléctrico es capaz de “fulminar” a uno de motor de combustión en muchos casos). Pero además, podremos utilizar carriles especiales como los Bus/VAO o circular en días en los que por la escasa calidad del aire se ponen trabas a la circulación de vehículos convencionales, o acceder a zonas centrales de grandes ciudades en los que éstos tienen vetada la entrada.

La falta de rumorosidad, por otra parte, también aporta un confort de marcha considerable (y hace que no contribuyamos a la contaminación acústica de las ciudades).

Como dijimos anteriormente, se trata de coches automáticos sin embrague, por lo que resultan realmente fáciles de conducir. Si nunca has llevado un coche automático requerirá un breve periodo de adaptación sin mayor complicaciones, pero una vez acostumbrado a su tacto… es posible que no quieras volver a un coche con marchas.

 

¿Estás mirando modelos de coches eléctricos? ¿Quieres saber qué costaría un Wallbox o punto de recarga para un vehículo en concreto? No dudes en contactarnos.

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