Ya os hemos hablado de las bondades de los coches eléctricos y hemos tratado de disipar esas incertidumbres que atenazan al potencial consumidor. No obstante, y a pesar de las ayudas a la compra y de las bonificaciones fiscales, muchos usuarios declaran que estos coches aún no están al alcance de su bolsillo. ¿Existen otras opciones dentro de la movilidad eléctrica y del coche privado?

Los vehículos híbridos son una solución a caballo entre los actuales vehículos con motor de combustión y los coches eléctricos, equipando ambas tecnologías. Generalmente uno o varios motores eléctricos que ayudan al motor principal de combustión interna rebajando su consumo, y una pequeña batería que se recarga mediante el propio motor de combustión y gracias a la frenada regenerativa.

Algunos híbridos pueden hacer funcionar el motor eléctrico de forma autónoma, pero con una autonomía muy reducida. Sin embargo, dentro de esta rama hay disponibles los denominados “híbridos enchufables”. ¿Estás un poco liado? Tranquilo.

Los híbridos enchufables no dejan de ser híbridos como los descritos anteriormente, pero en su caso poseen una batería de mayor capacidad que les otorga una autonomía más que considerable para la mayoría de viajes que los usuarios realizan en su rutina diaria, con unos 50 km de media o incluso más.

Piénsalo. Tu coche se recarga mientras duermes, vas al trabajo sin apenas gastar un céntimo… y si el día de mañana quieres coger a tu esposa o marido, a los niños y al perro, e irte de vacaciones a Cangas do Morrazo, ningún problema. No tienes que andar pensando en si habrá puntos de recarga disponibles en el camino o en aquel pueblo recóndito.

En un coche híbrido el consumo es un 30-35% menos que un coche convencional, cifra obviamente muy variable y que depende de factores como el uso que le demos al vehículo, la geografía o nuestra propia conducción. En cualquier caso, tratándose de un híbrido enchufable puede consumir un 65-75% menos que uno convencional. Recordemos que los motores eléctricos son más eficientes, como ya explicamos en el artículo sobre los vehículos eléctricos.

No todo es positivo, obviamente los vehículos híbridos enchufables (PHEV por sus siglas en inglés) tienen un mayor peso debido al banco de baterías anteriormente mencionado, y su precio es mayor frente a un híbrido o un coche convencional, pero más asequible que un eléctrico. Por citar un ejemplo que nos viene perfecto al presentar el mismo modelo las tres opciones, el Hyundai Ioniq Hybrid en acabado Style (medio de la gama) cuesta unos 24.000 euros, en el mismo acabado el Ioniq Electric asciende a 33.000 euros. En el punto medio se sitúa el enchufable, el Ioniq PHEV por unos 30.000 euros.

¿Merece la pena? ¿O me gasto un poco más y me voy directamente al eléctrico? Pues depende. Disponiendo de un híbrido enchufable y de tu Wallbox, ya puedes conducir prácticamente sin consumir combustible y viajar sin necesidad de esperas o de programar tu ruta en base a la presencia de puntos de recarga, ya que siempre cuentas con tu motor de combustión como dijimos anteriormente. Por este motivo no seremos tan dependientes de la infraestructura de recarga.

No existe una respuesta única a esta cuestión, sino que depende de cada usuario. Te recomendamos que hagas un análisis pormenorizado para prever qué opción se ajusta más a tus necesidades. Para algunos, un híbrido enchufable puede amortizarse con facilidad, en otros casos la mejor elección será decantarse por un eléctrico. Dependerá de cuestiones tan subjetivas como el uso concreto que vayas a darle, el tope que pretendas gastar, la autonomía en modo 100% eléctrico que desees tener o el escepticismo que tengas frente a la red de puntos de recarga disponible en el futuro próximo.

 

Si necesitas un Wallbox o punto de recarga, bien sea para tu coche eléctrico o tu híbrido enchufable. Ponte en contacto con nosotros.

Similar Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *